Es conocido que algunos niños con autismo tienden a escapar, sea de sus casas o de algún otro lugar. Este es uno de los mayores temores de muchas familias y es un problema no solo en niños sino también en jóvenes y adultos. Un niño que desaparece está expuesto a muchos riesgos y en algunos casos pierden la vida.
Factores complicados
El riesgo es mayor en niños que no responden a su nombre, que no miden riesgos, que no pueden comunicarse…
Asimismo, existe desinformación de parte de la ciudadanía. La mayoría de las personas desconoce cómo comunicarse con niños “pre verbales”, e incluso si intentan solicitar al niño brindar su nombre o nombre de sus padres es posible que el niño no les responda.
No siempre corren
Cuando mencionamos escapar, puede surgir la idea de que el niño corre y se va de un lugar inmediatamente, sin embargo muchas veces los niños se esconden para poder distraer a su cuidador e irse. Algunos lo hacen durante la noche. Esto lo hace más complejo y serio.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Prevenir.
A. Manejando el problema en espacios públicos.
- Antes de ir a un lugar público explicale dónde irán y qué harán. Asegurate en usar lenguaje apropiado al nivel de comprensión del niño. Explícale qué esperas que el niño haga (si deberá ir de tu mano, etc). Recuerda también explicarle sus refuerzos y consecuencias. Por ejemplo “vas a ir de mi mano en la tienda y DESPUÉS podrás usar el teléfono” o “si no vas de mi mano regresaremos a casa (asumiendo que irán a un lugar que el niño disfruta”.
- Enséñale a responder a su nombre (con plabras o acercándose a ti) y dale refuerzos por mantenerse cerca en espacios públicos.
- Si el niño ha intentado escapar antes solicita a otro adulto que vaya contigo para ayudarte.
- Considera ponerle una pulsera de identificación y lleva contigo una foto reciente del niño.
- Si el niño utiliza PECS o apps de comunicación, enséñale a responder a preguntas como “cuál es tu nombre”, “cuál es tu número telefónico”, “cuál es tu dirección”.
Modificando el antecedente. Aquí nos enfocaremos en lo que sucede antes de que el niño intente escapar. Algunos niños se van porque ven algo interesante, otros porque hay mucho ruido en el lugar y buscan un lugar calmado. Presta especial atención a cómo actua el niño antes de que intente escapar por ejemplo ¿cubre sus oídos? ¿camina lentamente detrás de ti? ¿mira con especial atención algún objeto?. Cuando logres identificar posibles causas ponte al nivel del niño y pregúntale si necesita tomar una pausa, los niños que pueden comunicarse aprenderán así a solicitar pausas o descansos.
Modificando la consecuencia. En este punto nos enfocamos en a forma en que tú reaccionas cuando el niño intenta escapar. Algunos niños lo hacen para captar tu atención, otros por escapar de tí, esto varía. Cuando determinas la causa debes tener cuidado en no darles la respuesta que ellos esperan. Por ejemplo, si el niño intenta escapar cuando tu inicias una conversación con alguien en la tienda (en este caso el niño aparentemente quiere tu atención y que dejes de platicar) entonces la sugerencia es no mirar directamente al niño, darle instrucciones concretas y mantenerlo a tu lado. Asimismo querrás asegurarte en enseñarle como captar tu atención de manera apropiada enseñandole a solicitarla por ejemplo tocando tu brazo o diciendo “disculpa”.
B. Manejando el problema en casa
- Modifica el entorno para hacerlo seguro. Puedes poner extra cerraduras y protección en ventanas e incluso considerar cámaras de vigilancia, alarmas en las puertas, etc.
- Además puedes explicar a los vecinos el riesgo de que el niño escape y que tal vez no responda a su nombre ni responda preguntas. Asegurate de que los vecinos tengan su foto y tus datos de contacto de tal forma que si lo ven saliendo pueden llamarte.
- En contexto de fiesta, cuando hay muchas personas en casa asegúrate de que al menos 2 personas tengan extra atención de la ubicación del niño. Informa a los participantes que el niño no puede salir solo.
- Enseñale al niño a responder a su nombre y venir cuando lo solicites entre las diversas habitaciones de casa. Recuerda proveer un refuerzo por cada vez que lo haga correctamente.
Manejando los antecedentes: Determina las posibles causas. Algunos niños salen en la noche cuando no logran dormir. Otros, cuando ven algo interesante fuera. Por ejemplo si el niño sale porque no puede dormir enséñale a mantenerse en su cama en las noches. Si sale para ver algo que le gusta enséñale a pedir permiso para salir, si el niño habla puedes enseñarle a decir “afuera” “salir” si no habla puedes enseñarle a mostrar una tarjeta “salir” y cuando te la entregue salen juntos. Recuerda salir en la noche no es una opción segura así que es importante dejar claro esta regla.
Manejando las consecuencias. Intenta prestar más atención al niño cuando esta contigo y menos a cuando intenta escapar, es decir mantenlo seguro en casa pero no extiendas el tiempo de atención a ese comportamiento. Puedes halagarlo extra cuando juega o se mantiene cerca tuyo. Practica comportamiento apropiado desde pequeño, enseñarle a mantenerse cerca, enseñarle a venir cuando se les convoca son habilidades básicas para evitar que un niño escape.