Existen diversos estudios longitudinales que confirman que la intervención temprana tiene un impacto sustancial en la prognosis del desarrollo de los niños con autismo.
A continuación detallamos algunos de los más resaltantes.
1999. Revisión de la intervención temprana en niños de 0 a 3 años.
El estudio compara data de 4 estudios sobre la intervención temprana realizada con ABA, educación especial y no intervención. En los 4 estudios los grupos que recibieron aba intensiva mostraron una mejora funcional significativa en comparación con el resto. El reporte recomienda un mínimo de 20 hora a la semana de intervención individualizada utilizando las tecnicas del ABA.
2006. Estudio de intervención temprana: replicando el modelo de UCLA
El estudio compara los efectos de ABA con la educación especial. La intervención duró 3 años. En el estudio se demuestra que el IQ (coeficiente intelectual) del grupo que accedió a ABA se incrementó en comparación con el resto.
6 de los 21 niños que recibieron ABA pudieron incluirse en la educación regular sin necesita asistencia, 11 de los niños pudieron ir a colegios regulares con asistencia extra. De los niños que recibieron educación especial solo 1 accedió a educación regular.
2009. Resultado de terapia en niños pequeños con autismo
Se evaluó las investigaciones en niños con autismo en las áreas de habilidades sociales, comunicación y comportamiento repetitivo. En el estudio se estableció que la terapia ABA era eficaz en casos de autismo, el modelo TEACCH es considerado medianamente eficaz.
2002. Tratamiento intensivo de ABA en la escuela con niños de 4 a 7 años. Estudio de 1 año.
El estudio muestra que algunos de los niños de 4 a 7 años pueden hacer grandes avances con terapia ABA intensiva, que este tipo de tratamiento puede ser exitosamente implementado en la escuela y que el área específica de manejo conductual tiene importantes ventajas para los avances de los niños.
2007. Avances de niños que iniciaron ABA intensiva entre los 4 y 7 años. El estudio comparó los efectos de ABA y de otros abordajes eclécticos.
Los participantes en el grupo de ABA recibieron 28 horas a la semana en intervención 1 a 2 durante el primer año y luego se aplicó gradual reducción del tiempo. Los participantes del grupo ecléctico recibieron 29 horas a la semana de 1a1 con terapias diversas y el tiempo fue reduciendose a partir del segundo año. Se midió el coeficiente de inteligencia, las habilidades de lenguaje, el comportamiento adaptativo y habilidades socioemocionales.
Los resultados mostraron que el grupo que accedió a ABA intensa mejoraron en su coeficiente intelectual, habilidades de lenguaje, comportamiento adaptativo y habilidades socioemocionales. Resultado que no se apreció en el grupo control.