Los niños con autismo experimentan dolor crónico o persistente con mayor frecuencia que los niños típicos. Aquellos que adicionalmente tienen epilepsia o discapacidad intelectual tienen aún más posibilidades de tener dolor crónico.
Diversos estudios sugieren que las personas con autismo podrían experimentar el dolor de forma diferente que los neurotípicos. Su dolor puede ser también parte de su sensitividad sensorial y los problemas gastrointestinales que son más frecuentes en autismo. Sin embargo, en opinión de los expertos, este aspecto se estudia poco por lo cual aún no se pueden establecer causas concretas.
Un estudio reciente reveló que el dolor es una realidad común para los niños con autismo. En el estudio se utilizó data del 2016 y 2017 sobre la salud de los niños en USA, en ese cuestionario se preguntaba a los padres acerca de los diagnósticos médicos de sus hijos y si los niños habían experimentado dolor crónico o repetido en el año previo. El análisis incluyó más de 50 mil niños entre 6 y 17 años, de ellos casi mil 500 tenían Autismo.Detectando el malestar Cerca del 16% de los niños con autismo experimentaban dolor crónico o recurrente. En los niños típicos es el 8% que reporta cuadros de dolor similares. “No me sorprende ver esta prevalencia de dolor general” comenta David Moore de la universidad de Liverpool, “este es un tema de salud pública para este grupo poblacional y necesitamos hacer un mejor trabajo al respecto” agrega.
El resultado del estudio urge a los médicos a estar más atentos para identificar los cuadros de dolor en las personas con Autismo e incluir una búsqueda de las causas del dolor en estos niños.
Material Referencial: Guía para la valoración del dolor