Autismo e Hiperlaxitud de articulaciones

Autismo e hiperlaxitud de articulaciones son dos diagnósticos diferentes tratados por dos áreas médicas diferentes, sin embargo existen indicios de una posible relación.

La Hiperlaxitud es un signo de desórdenes hereditarios que afectan el tejido que rodea a las articualaciones, su principal característica es baja coordinación motor y la tendencia a lesiones y dolor crónico. Según los investigadores, existe una tendencia a dislocar articulaciones, osteoartritis prematura y dolor sin razones visibles.

Solo un 16% de personas con autismo reporta tener buen estado de salud, historicamente se ha asociado sus malestares a temas emocionales sin embargo con el paso del tiempo se ha podido establecer que existen transtornos genéticos que están asociados con el autismo.

Existe data limitada sobre el número de personas con autismo que sufren de dolores crónicos; sin embargo, en clínicas de Estados Unidos se han reportado que un 20% de pacientes pediatricos que reportan dolor crónico tendrían rasgos de autismo.

Las similitudes

El autismo y los cuadros de hiperlaxitud de articulaciones comparten algunas características como la hipotonía muscular, hipermovilidad de las articulaciones, baja coordinación al moverse, apraxia y caminar de puntillas.

El primer estudio sobre la relación entre hiperlaxitud y autismo revisó a diversos niños de 4 años con autismo verificando sus manos, codos, tobillos y pies. El estudio verificó que esas articulaciones, en los niños con autismo, eran más flexibles que los niños típicos.

De igual forma se contrastó signos de dolor en personas con autismo y se verificó que la hiperlaxitud de articulaciones estaba más presente en personas con transtornos del neurodesarrollo.

Posible causa de la relación

Una de las hipótesis indica que tener un tejido anormal cubriendo las articulaciones puede originar anormalidades en el sistema nervioso central. En análisis del cerebro de personas con hiperlaxitud se han identificado diferencias en estructurales en comparación con los grupos control.

Las áreas afectadas reportadas involucraban el procesamiento de emociones, atención, cognitivo control del dolor, entre otras. Asimismo, se ha identificado una desregulación en el sistema inmune.

Existe creciente evidencia de que la comorbilidad entre autismo y hiperlaxitud es más frecuente de lo que se pensaba.

Asumiendo esta posible relación, sería oportuno que en el ámbito médico se proceda a descartar síntomas de dolor en personas con autismo.

Como se sabe en esta población es difícil determinar y manejar el dolor sin embargo es necesario un descarte y no asumir todo como un tema emocional.

Los autores de la investigación coinciden que se requiere investigar más al respecto y que por el momento por las caracteríscas del autismo así como por la poca información de la comunidad médica aún no es posible asegurar un cuidado apropiado para las personas con transtornos de dolor y autismo.

En base a la investigación de :Carolina Baeza-Velasco, David Cohen, Claude Hamonet, Elodie Vlamynck, Lautaro Diaz, Cora Cravero, Emilie Cappe, and Vincent Guinchat

Video referencial del diagnóstico de hiperlaxitud: