En el contexto de pandemia las oportunidades de socialización se han reducido y esto afecta en particular a las personas con autismo.
Para las personas con autismo saludar, mantener una conversación o solo tolerar a otros cerca no es cosa simple, para muchos es fuente de estrés. En ese contexto practicar y estar expuestos a actividades sociales diariamente puede ser la clave que disminuya su estrés ante lo “desconocido”.
Ante la reducción de oportunidades de socialización vale preguntarnos ¿Qué podemos practicar y preservar en tiempos de pandemia?
A continuación algunas habilidades básicas:
1) Tolerar estar con otros. Procuremos en casa tener un entorno fluido, compartir ambientes (la sala como área de interacción por ejemplo), procurar comer juntos, ver programas de televisión juntos.
2) Ruido social. A demás de tener música en casa considera poner por momentos “sonidos sociales” como por ejemplo sonidos de supermercados, restaurantes, tránsito, parques de juegos. Esto le permitirá al niño reconocer esos sonidos como parte de su día a día y no asustarse cuando sale o se encuentra en ambientes más concurridos.
3) Saludos y despedidas. Ayúdalo a fijarse cuando llegan personas, sugierele que salude aunque sea a la distancia. De igual forma cuando alguien va a salir.
4) Historias y videos. Lee con él historias donde se muestra a los niños en el colegio, en el parque o en la tienda puedes aprovechar la oportunidad en resaltar qué se hace en cada contexto. A demás muéstrale videos de niños en juegos sociales, parques, etc. Muéstrale cómo deben comportarse.
5) Incluye juegos sociales. Dependiendo de la edad puedes incluir juegos interactivos en su día. También algunos juegos de cooperación (construir algo juntos) y juegos de mesa. Recuerda iniciar poco a poco e incluir personajes que son de interés para tu hijo.