El TDAH es un transtorno del desarrollo diagnosticado en la infancia, generalmente entre los 2 y 17 años. Existen diversos tipos: TDAH con predominante hiperactiva/impulsiva (necesidad de moverse), TDAH con falta de atención, y TDAH de presentación combinada (necesidad de moverse y déficit de atención)
Según el Centro para Control y Prevención de Enfermedades (CDC), 14% de niños con TDAH también tienen Autismo. A pesar de ello existen pocos estudios sobre el impacto de ambos diagnósticos en el desarrollo de los niños y adultos. Desde el 2013 el DSMV-5 (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) permite diagnosticar ambas condiciones en una misma persona. A raíz de ese cambio en el 2014 investigadores analizaron la co-ocurrencia entre TDAH y Autismo, encontrado que entre 30% y 50% de las personas con Autismo también tienen síntomas de TDAH.
Accediendo al correcto tratamiento
El primer paso es acceder al correcto diagnóstico. Es común que los pediatras y profesionales en general no tengan entrenamiento especializado para entender la combinación de síntomas de TDAH y Autismo. Esto puede afectar la elaboración de un plan de intervención apropiado.
Uno de los abordajes validados para ambos cuadros es el uso de técnicas conductuales. Según diversas investigaciones de 0 a 6 años el abordaje sugerido es terapia conductual y de 6 a más años se sugiere terapia conductual con medicación. La evaluación de las alternativas de medicación son responsabilidad de su médico tratante.
Terapia Conductual
Se ha comprobado que el Análisis Aplicado al Comportamiento (ABA) enfocada a través de terapias directas, entrenamiento de padres y trabajo de habilidades sociales puede ser una clave en el tratamiento tanto del Autismo como del TDAH.
Con respecto al entrenamiento de padres: a) para TDAH, se enfoca en enseñar a los padres manejar determinados comportamientos como impulsividad, incremento de atención, etc; b) para Autismo, se enfoca en enseñar a los padres a promover el desarrollo de habilidades como la interacción social, incrementar los intentos de comunicación, etc.
Una estrategia asociada con el incremento de atención es de DTT. Mantener aun niño realizando actividades mientras se garantiza que el niño está concetrado es una de las claves. Ir extendiendo poco a poco el tiempo en que se mantiene en determinada actividad (usando tocken por ejemplo) es otra de las estrategias que pueden ser de utilidad. En todo caso, se requiere una personalización de estrategias con objetivos claros y medibles. Cabe señalar que todos los programas de enseñanza compartidos en esta web tienen áreas de trabajo de atención.